'Bestias del sur salvaje' es una buena y emotiva historia de supervivencia dirigida por el debutante Benh Zeitlin. La película ha conseguido nada menos que 4 nominaciones a los Oscars de este año, todas ellas en las categorías más importantes (Director, Película, Actriz Principal y Guión Adaptado).
Hushpuppy (Quvenzhané Wallis) es la joven protagonista de esta curiosa historia. Ha perdido a su madre por lo que vive con su padre. La relación entre ambos no es buena, discuten constantemente, viven separados, se basa en el amor-odio. Su padre es alcohólico, violento y tiene un fuerte carácter. Parece que culpa a su hija de algo, pero no sabemos exactamente de qué. Hushpuppy nos narra su "mágica" historia y su teoría de por qué cada animal, planta, iceberg o persona son piezas fundamentales para el buen funcionamiento del universo.
Una fuerte tormenta inundará "La bañera", la isla en la que viven. Hushpuppy compara la tormenta con el deshielo de un glaciar, y se considera la culpable del deshielo de ese. Debido al deshielo, unas bestias conocidas como Auroch, que llevaban miles de años congelados, se liberarán y emprenderán un largo camino hasta llegar al lugar donde vive Hushpuppy.
Hushpuppy es una niña encantadora, que aprecia cada elemento que le rodea, por pequeño que sea, y que escucha el latir de cada cosa que encuentra en el camino (pájaros, hojas de un árbol...). Es impulsiva e imprevisible como la naturaleza, se guía por su instinto. Parece no temer a nada. El padre, pese a su carácter, intenta protegerla y desea que se convierta en una chica capaz de afrontar todas las dificultades que le depara la vida. Además, quiere prepararla para cuando llegue el momento en el que él ya no esté. Hushpuppy tendrá que aprender a tener coraje, a ser fuerte y a cuidar de los que le rodean.
El director apuesta por la mezcla entre la realidad y la fantasía, por el "realismo mágico"; pero esa "magia" se limita a unos pocos momentos. La primera parte de la película me ha gustado más que la segunda; salvo en la escena final, la segunda parte me ha parecido que va perdiendo fuerza poco a poco.
Lo mejor de la película es la joven protagonista, Quvenzhané Wallis; independiente, luchadora, soñadora... ella carga con todo el peso de la película. Lo peor, que en intento de "poetizar" la historia, Zeitlin repite demasiado la misma idea o teoría, por eso, la fuerza del mensaje se desvanece un poco. El objetivo de los personajes se limita a la supervivencia. Hay algunas cosas que no quedan del todo claras, da la sensación de que falta información y de que los conflictos se podrían haber profundizado algo más, pero bueno. En general me ha parecido una bonita historia, pero de la que esperaba más. Wallis, brillante.
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