Cuando en una película se juntan el amor y la guerra, como es el caso, el drama está más que asegurado. ‘Los girasoles’ es un drama dirigido por Vittorio De Sica, uno de los principales directores del neorrealismo italiano, un movimiento que vivió su “época dorada” a mediados de la década de los cuarenta.
El objetivo de Vittorio De Sica es emocionar al espectador, y para eso nos muestra una miserable realidad, una historia de amor que tendrá que sobrevivir a una guerra. Los protagonistas de la película son Giovanna y Antonio, interpretados por Sophia Loren y Marcello Mastroianni. ‘Los girasoles’ fue la tercera película en la que colaboraron los dos actores con el director (antes lo habían hecho en ‘Matrimonio a la italiana’ (1963) y ‘Ayer, hoy y mañana’ (1964)).
La guerra ha separado a la enamorada pareja, ha abierto una brecha entre
ellos que no será fácil de cerrar. La guerra les obligará a aceptar una nueva
realidad, las cosas han cambiado, y el recuerdo del verdadero amor parece
haberse transformado en una simple ilusión. De la luz inicial pasamos a las sombras, a
decisiones que quizás no fuesen las acertadas condicionadas por la necesidad y
la soledad. Tras la guerra ya no hay brillo, solo el recuerdo de un amor que intenta
perdurar.
Las interpretaciones de los protagonistas son lo mejor de la película.
La banda sonora es de Henri Mancini, preciosa. De Sica parece “tropezar” un
poco en la forma ya que, en mi opinión, los excesivos zooms distraen un poco. El
uso de las imágenes de archivo añade dramatismo y crudeza a la historia. El
amor frente a la guerra, cientos de víctimas enterradas bajo miles de
girasoles.
En ‘Los girasoles’
realizamos un viaje desde la soleada Italia hasta la más oscura y fría guerra;
transición que se ve reflejada mediante la iluminación. Los personajes se van
sumergiendo en las sombras a la vez que aceptan que, pese a que les duela, no
les queda más remedio que seguir adelante. Una emotiva, romántica, triste e interesante película.
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