miércoles, 5 de junio de 2013

'EL GRAN CARNAVAL' (Ace in the hole, 1951)

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El sensacionalismo y la opinión pública


"Tell the truth" es el lema de la redacción del pequeño periódico de Albuquerque al que Charles Tatum (Kirk Douglas) acude en busca de empleo. Tatum es un hombre que lleva el periodismo sensacionalista en la sangre. Es un periodista que está dispuesto a todo por crear una buena historia (digo crear y no contar). Sus principios son claros: no hay ética ni moral que valga a la hora de escribir una historia que capte la atención y el ínterés de la opinión pública.

Cuando cuestionan su manera de trabajar intenta justificar su labor diciendo que sus noticias son más sentimentales que sensacionalistas, pero no es fácil creen en sus palabras e intenciones. A Tatum le han despedido de los periódicos más importantes del pais, es una persona arrogante, ambiciosa, manipuladora y egoísta. Con pocos escrúpulos. Tatum sabe cómo y dónde encontrar una buena historia, y algo más importante aún; conoce cómo funciona y reacciona la opinión pública ante cierto tipo de sucesos.

Tatum está atrapado en un pueblo aburrido en el que rara vez sucede algo relevante. Un día encuentra un suceso que encaja perfectamente con su estilo periodístico: el rescate de un hombre que ha quedado atrapado bajo un montón de tierra. Con la noticia humana perfecta entre sus manos, Taum empieza a estructurar un reportaje con el que espera llegar a lo más alto de su profesión, y sí, también aspira a convertirse en una especie de héroe. Lo tiene todo calculado. Para ello, tiene que lograr que el rescate de la víctima se alargue lo máximo posible. La noticia, evidentemente, no tarda en convertirse en la nueva atracción del lugar y se crear un vergonzoso circo mediático entorno a la misma. Incluso los curiosos parecen pelearse por un momento de fama.

En 'El gran carnaval', como en otras muchas películas de Billy Wilder, las apariencias engañan y nada es lo que parece. Todos mientes y somos testigo de ello. Todos los personajes dicen que su objetivo es ayudar a la víctima, pero su actitud es ambiciosa y egoísta.

Por ejemplo, la de Lorraine (Jan Sterling), la mujer de la víctima. Ella es una mujer que vive en un pueblecito apartado y que trabaja en una gasolinera a la que rara vez acuden clientes. Está aburrida y no aguanta más esa situación. Está dispuesta a abandonar a su marido, no le importa que esté atrapado y que su vida corra peligro. Pero no tarda en morder la manzana que le ofrece Tatum y pasa a formar parte del juego. Se siente atraída por el periodista y una vez que empieza a explotar la noticia, su gasolinera se llena de clientes, es decir, empieza a ganar muchísimo dinero. Pero comete un error ingenuo. No se da cuanta de que ella sólo es una pieza más del puzzle de Tatum, un factor más de la noticia. Algo similar sucede con el sheriff del lugar. Accede a la petición de alargar el rescate y también condede la exclusividad de la noticia a Tatum a cambio de que el periodista apoye la campaña para su reelección.

En 'El gran carnaval' observamos el lado oscuro del ser humano. Una historia que mezcla drama y cine negro y que los personajes actúan movidos por la lujuria, la ambición y el egoísmo. La película fue el primer gran fracaso en taquilla del director. Y es que en la película todo el mundo recibe. Todos son culpables, y el principal es el mismo espectador. Así lo muestra Wilder, que compara al espectador con ese grupo de personas que acuden en masa a observar la agonía de la víctima y que además disfruta del espectáculo. Esa acusación directa, no gustó el día de su estreno. El espectador no siente pena por Tatum. más bien siente rabia ante su manera de actuar. No nos creemos sus palabras y la más pequeña muestra de arrepentimiento resulta inverosímil.

'El gran carnaval' es una notable película que muestra el lado oscuro del ser humano y muestra la facilidad que tiene el periodismo sensacionalista para atraer a las masas y manipular las opiniones. una película cruda, que no creo que estuviese adelantada a su tiempo como dicen algunas críticas, pero si me parece que su mensaje se mantiene fuerte. La atracción por cierto tipo de noticias queda reflejada en la película y esa realidad que Wilder mostró y que no gustó en la década de los 50, hoy no se aleja demasiado del tipo de periodismo que realizan algunos medios de comunicación.


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