'Relatos salvajes' (2014)

De venganza y mala leche

Un éxito. Eso ha sido 'Relatos Salvajes' en Argentina, una película que ha reventado la taquilla en su país. Una sorpresa, eso es lo que ha sido la película para la mayoría de los espectadores que nos hemos acercado al cine a verla. 'Relatos salvajes' ofrece humor, drama, romance, acción y dosis de crítica hacía un sistema corrupto y hacia un ser humano que saca su lado más animal, más "salvaje" (reflejado en los fotos de los créditos) ante situaciones aparentemente sencillas, del día a día.

Como indica su título, la película se divide en relatos, seis relatos concretamente. Todos los relatos son independientes, historias con un principio y un final; pero comparten un elemento común: la venganza. 'Relatos salvajes' es una película entretenida, que consigue la carcajada del espectador en alguna ocasión, y ante todo, es una película que tiene mucha mala leche.

Damián Szifrón, el director de la película, ha dado con una fórmula que funciona bastante bien; y pese a que todos los relatos no funcionan del mismo modo, o tardan más en ganarse "la simpatía" del espectador; Szifrón consigue crear un buen conjunto en general.

"Pasternak", "Las ratas", "El más fuerte", "Bombita", "La propuesta" y "Hasta que la muerte nos separe" son los títulos de los seis macabros episodios que forman esta película. El primer relato, siendo el más breve de los seis, sirve para marcar el tono de la película. Sorprende al espectador, al que pilla desprevenido. Una historia breve, con un tremendo remate final.

El director tiene una enorme facilidad para manejar al espectador, para posicionarlo a favor de uno u otro personaje, hasta varias veces dentro de un mismo relato (quizás el de la boda y el del coche sean los mejores ejemplos de ello).

 En 'Relatos salvajes' tenemos de todo un poco, como ya he comentando antes. El director sabe sacar el máximo jugo posible a situaciones cotidianas o conocidas, llevándolas al extremo para ponerles un envoltorio de crítica y humor negro. El director logra crear tensión en un espacio limitado como el de un avión. Logra crear suspense con una patatas y veneno para ratas. Muestra una diferencia de clases a las que les iguala el orgullo y un carácter de "si me golpeas, yo te golpearé más fuerte". 

Critica a la administración pública, o a sus trabajadores con un loco que explotará al tener que pagar unas multas que cree injustas. Un villano convertido en héroe, que recibirá un castigo moderado (no por sus extremas acciones, más bien por ser un mal padre). En otro capítulo, los personajes recibirán y negociarán una "oferta que no podrán rechazar", mostrando lo corrompido que está el sistema judicial. Y para terminar, una apoteósica boda, de una pareja que vive uno de esos amores que matan.

 Los culpables serán castigados. La banda sonora corre a cargo de Gustavo Santaolalla que ha realizado una elección de temas que acompañan y complementan de maravilla a las escenas. Añadiéndoles un estilo particular y también puntos de comicidad en algún que otro momento. También hay que destacar la cuidada puesta en escena, la diversidad de escenarios y la cuidada elaboración de planos. Cada historia tiene un toque único. Del mismo modo, merece destacar la labor de los actores, que interpretan a sus personajes con una pasmosa sencillez en las situaciones más extremas.

 'Relato salvajes' mezcla bien la crítica con la acción; les da una vuelta de tuerca a situaciones y conflictos cotidianos, y los lleva al extremo. Poco a poco los relatos van cogiendo fuerza y ganando mucha mala leche. La fotografía, la dirección, el guion, la banda sonora... la película ha resultado ser una grata sorpresa. Perfecta para evadirse. Hay ocasiones en las que la fórmula parece que se va a agotar; pero el director sabe como rematar el conjunto, reservando uno de los mejores relatos para el final.