'El fantasma y la señora Muir' (1947)

'EL FANTASMA Y LA SEÑORA MUIR' (1947)

El amor y la soledad

Ha pasado un tiempo desde que Lucy Muir (GeneTierney) enviudó. La joven sigue guardando luto por su marido, pero no se siente cómoda viviendo en casa de su suegra. No quiere vivir de la caridad de la familia del que fuera su marido; quiere ser una mujer independiente. Lucy decide dar un paso al frente y buscar un nuevo hogar en el que ella y su hija puedan empezar una nueva vida. Motivada, decidida y con ganas de aventuras, la señora Muir se fija en una casa que tiene un alquiler bastante barato. ¿El motivo? Se rumorea que la casa está encantada.

El misterio que rodea a la casa, las voces que se escuchan y aterrorizan a los visitantes e inquilinos, no causan tal efecto sobre Lucy. Le atrae esa emoción, y de hecho, no duda en alquilarla. La elección, evidentemente, no agrada a su actual inquilino y dueño del hogar: el fantasma del capitán Daniel Greeg (Rex Harrison). El capitán sacará toda su artillería y trucos para asustar y librarse de Lucy, pero ella no está dispuesta a dejar su nuevo hogar.

Joseph L. Mankiewicz es el director de esta película en la que el romance y la fantasía se entrelazan. En 'El fantasma y la señora Muir' el director reflexiona sobre la soledad, el amor y el mar; y para desarrollar tal reflexión mezcla comentarios humorísticos y sarcásticos con otros más duros y de más calado dramático, como cuando Lucy dice: "A veces te sientes más sola con otras personas que cuando estás sola de verdad". Mankiewicz consigue crear de ese modo una atmósfera melancólica que está presente durante las escenas más emotivas de la película.

El capitán Greeg es un hombre maleducado, terco y con un sentido del humor más bien negro. No parece ser un tipo demasiado agradable, pero poco a poco su dura coraza se irá desvaneciendo. Intenta echar de su casa a Lucy, pero empieza a cogerle cariño a la joven y a respetar su ímpetu. El capitán no se marchará de la casa hasta comprobar que ha dejado "su barco" en buenas manos. Si no puedes con el "enemigo", únete a él. Lucy y el fantasma convivirán en el hogar. El capitán, con el objetivo de ayudar económicamente a Lucy, le pedirá a Lucy que escriba la novela que le irá narrando. Cada vez están más unidos. Lucy es la única mujer capaz de romper los esquemas del fantasma. Visto que su relación de amor es imposible, el capitán intentará que Lucy encuentre la felicidad con otro. Ella, consciente de su realidad, sigue el consejo del capitán. 

Pero, ¿es el fantasma una ilusión creada por Lucy, o es "real"? ¿Se puede estar enamorado de alguien que no es real? Esa reflexión parece ser un tema recurrente en el cine, y que todavía sigue vigente en las historias de hoy. La imaginación es utilizada como elemento liberador; en esta ocasión la literatura y la "fantasía" del fantasma. Las dudas de Lucy se disipan al final, mediante la conversación que tiene con su hija, ya adulta. El tiempo pasa, pero la señora Muir sigue añorando al capitán Greeg. Su rostro se ilumina cuando está con él, cuando piensa en él.

La señora Muir, la señora "mar" (en gaélico). El mar, el hogar de los marineros, el hogar del capitán. No hay apellido más apropiado para la mujer que romperá la coraza del fantasma.

La cámara de Mankiewicz acompaña y observa a los personajes, sacándole el mayor partido posible al espacio. Y lo demuestra en la escena de "presentación" del fantasma del capitán Gregg. Una de las mejores escenas de la película, realizada de una forma magnífica. El director juega con la iluminación, el sonido y el retrato del capitán. En esta escena, el cuadro cobra "vida", pasamos de la fantasía al personaje.

Cuando Lucy duerme, la cámara observa y se va alejando poco a poco de ella en un plano que inicialmente será subjetivo; un movimiento de cámara que termina con la silueta del capitán, con su silueta. Él observa, en la distancia. Una forma elegante de presentar a un personaje.

El uso de la voz del fantasma, el sonido y la iluminación son notables. La niebla atrapa a los protagonistas en sus momentos más delicados y románticos o íntimos. En los que ambos no se sienten solos.

'El fantasma y la señora Muir' es un notable clásico dirigido por Mankiewicz; una historia con personajes carismáticos que mezcla drama, comedia y fantasía de una forma dinámica. Un cuento bonito melancólico.